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viernes, 11 de julio de 2014

Sylvia Falcón y la lírica andina


“Con la fuerza de mi pueblo
podemos ser muy felices.
Para no medrar lo ajeno
buscaremos en nuestras raíces.”
(Carlos Falconí)


A mediados del siglo XX apareció en el Perú la lírica andina, una de las más bellas expresiones culturales que se ha producido en nuestro país. Musicalmente hablando, actualmente la lírica andina es la mejor expresión del canto y la música del ande que  aún se aferra a sus raíces tradicionales. Empero, en sentido estricto la lírica andina no es música popular, ni tampoco es tan tradicional; su difusión siempre ha se ha circunscrito a un espacio de élites (provincianas, pero élites al fin de cuentas).  Antaño fueron ciertas  élites vinculadas a la hacienda, ya sea a raíz de su descomposición o por la añoranza que sentía un sector desclasado que se aferraba a un pasado idílico; hogaño son las clases medias bajas y urbanas que valoran o se encuentran valorando y conociendo la lírica andina, como si fuera un hermoso perfume en medio de tanta podredumbre anti-estética.  

Empero en los rincones populares del gusto estético, la lírica andina sigue siendo ajena y distante, a pesar de que cierta lírica andina parte y se nutre de la tradición y de los valores del pueblo (andino y campesino). Estéticamente la lírica andina es una música que tiende a reelaborar el legado popular del ande (huaynos, harawis, aya takis, huaylías, wawa pampay y demás) en función de la belleza que alcanza los diversos grados y cadencias de las voces agudas y femeninas.  
 
Imagen tomada de aquí
Sylvia Falcón, antropóloga e interprete de la música de coloratura, desde hace algunos años viene cultivando, con encomiable profesionalismo, la lírica andina.  A diferencia de otras intérpretes de la lírica andina, Sylvia destaca por dos razones: Por cercanía familiar, ella se encuentra vinculada a la tradición andina de la que forma parte, por eso hay autenticidad en su canto, hecho tan palpable cuando uno escucha las canciones de sus discos Killa Llupsimun o Inkario; y, a su vez, como antropóloga tiene la ventaja de conocer y apreciar la tradición andina en función de su concreción cultural y estética. Tales razones le han permitido expresar límpidamente, y sin impostura alguna, el sentimiento popular que exige la música del ande; y, sobretodo, alcanzar y expresar muy bien la belleza que caracteriza a la música de coloratura.

Sylvia Falcón no sólo rescata la música popular y tradicional del ande (canciones como Busco tus ojos, Tantarchay, Inti llupsimun, Huascaran, Suray Surita y Paras, son buenos ejemplos al respecto), sino que eleva la belleza del canto y la música del pueblo a un nivel estético tan valorable, actualmente inalcanzable por otra interprete del canto andino. Empero la lírica andina, a pesar de los esfuerzos de Sylvia, se encuentra aún distante del gran público popular. Obviamente, Sylvia no ignora tal situación, por eso su empecinada apuesta por sentar las bases de la lírica andina en las raíces de la tradición popular del ande. Gran reto el de Sylvia si aún lo andino-popular es identificado, por quienes ignoran su valor cultural e histórico, con la acción hortera y el canto monocorde. Por ese derrotero arguediano, Sylvia cuando canta muestra la belleza de la cultura andina, dándole el brillo y el garbo que posee. Incluso el quechua es más dulce y sonoro cuando canta Sylvia.

Por otro lado, la lírica andina personifica a quien lo cultiva. El caso de Sylvia Falcón no es la excepción. Una comparación puede ayudar a entender aquel asunto. En los relatos andinos la personificación de la mujer forma parte de las fuerzas de la naturaleza, un ejemplo al respecto es la wayra warmi [mujer de viento]. La wayra warmi es una fuerza que encanta por la belleza de su voz, generalmente se presenta como una bella mujer a aquel viajero que se ha perdido por las extensas e ignotas pampas andinas. De igual manera, cuando uno escucha a Sylvia Falcón pareciera que se encuentra frente a una wayra warmi porque embelesa tanto cuando canta.



Tartarchay kichkachay [Espinita del Tantar]
(Huayno tradicional de Parinacochas)

Tartarchay kichkachay morado sisascha [Espinita del Tantar de flores moradas]
Amalla tipallawaychu qalachakichaypi [no hinques mis pies porque estoy descalza]

Pobrella kaspaymi waqchalla kaspaymi [Porque soy pobre, porque soy huérfana]
Qalachakichantin purikamuchkani [estoy andando descalza]

Habaspas sisayuq mollepas rurulluq [(Si) Las habas tienen flores y el molle tiene frutos]
Chaychus mana ñuqa chullayuqchu kayman [¿por qué yo no puedo tener un amor?]

Tartarchay kichkachay ama kichkawaychu [Espinita del Tantar no hinques mis piececitos]
Kichkapallawaspa yuyarichiwanky [hincándome haces]
kuyasqay chullayta yuyarichiwanky [que recuerde a mi amado]

Mayu patachapi verde retamita [Retamita verde de la orilla del río]
Chullasapi kaspa waqachiwachkanki [por tener una raíz me estás haciendo llorar]
Achkarama kaspa llakichiwachkanki [por  tener muchas ramas me estas causando pena]




Paras [Lluvia]
(Danza ritual del Cusco)

Paras phuyu orquta muyumun  [Nube de la lluvia que vienes por las montañas]
yana ñawi sunquy maskamunki, [ojos negros, mi corazón te busca]
yana ñawi sunquy kuyasunki [ojos negros, mi corazón te ama]

Paras phuyu pasarqa chillaway [Nube de la lluvia, déjame pasar]
sunquy urpi mayupi suyawan [Mi amado me espera junto al río]
sunquy urpi parallas uquchkan [A mi amado lo está mojando la lluvia].

Kunan tuta purinichu [Esta noche no saldré a caminar]
mayun mayun phawaymanta, [De río en río volaré]
paras paras palomita [Palomita de la lluvia]
paras paras sumaq urpi [Bella palomita de la lluvia]. 




Juan Archi Orihuela
Viernes, 11 de julio del 2014.